GUÍA GASTRONÓMICA DE JAÉN
A.G. AMIGOS DEL SANTO REINO
Montoro:
Fecha de visita:
09/02/2013
Lugar: Finca
Chiveras Bajas
Zona: Sierra
Cardeña (Montoro )
Dirección:
www.chiverasbajas.es
Descripción: Se
trata de una finca privada de 250 hectáreas dedicada por sus propietarios al
aprovechamiento ganadero y cinegético. Situada en uno de sus rincones más
estratégicos se encuentra una edificación rústica a modo de refugio que cuenta
con una superficie de 45 m2, con dos pequeños dormitorios, salón, cuarto de
baño y cocina que hace las funciones de vivienda para los cazadores que
frecuentemente recechan alguna de sus reses y para aquellos que disfrutan del
contacto con la naturaleza y deciden pasar algún trasnoche visitando la finca y
disfrutando de su entorno.
Probablemente al finalizar el verano sea la temporada más demandada por los
visitantes para presenciar el apareamiento de ciervos que con sus
característicos "berridos" señalan el comienzo del ritual que cada
año enfrenta a los machos en disputa por el favor de las hembras, con la
finalidad de garantizar la continuidad de la especie.
Resumen de la jornada:
Los amigos del Santo
Reino en Chiveras Bajas.
Uno no es capaz de imaginar ni de describir lo que nos
íbamos a encontrar cuando el sábado 9 de Febrero cogíamos nuestros coches y a
una hora de camino de nuestro amado Jaén nos topábamos de lleno con un entorno
cargado de vida, paz, armonía, naturaleza… Creo que esas palabras definen lo
que es la finca de Chiveras Bajas en la Sierra de Cardeña (Montoro), una finca
dedicada al aprovechamiento cinegético, a la cual, sus propietarios Hipólito y
Casilda tuvieron la amabilidad de invitar a la Asociación Gastronómica Amigos
del Santo Reino junto con José María
Suarez Gallego , presidente de una de las asociaciones gastronómica decanas de
Jaén, como es, La Cuchara de Palo.
La intención era
poder compartir una jornada en la que lo gastronómico, no por ser menos
importante, fue un detalle más a percibir por los sentidos de los que aquel día
allí nos juntábamos, y es que en Chiveras Bajas se respira vida.
Comenzamos con un agradable paseo por la finca, donde nuestra
anfitriona Casilda nos sirvió de guía para poder conocer alguno de los rincones
de la misma. La huellas frescas de ciervos, la tierra levantada y revuelta por
los marranos y el poder ver a una familia de muflones pasar por delante
de nuestros ojos, nos hacía situarnos donde estábamos…; seguimos paseando por
la finca hasta llegar a una casita que la familia Pousibet explota como refugio
rural de alquiler público, un lugar idílico donde uno puede acudir a sentirse
parte de la naturaleza, apartado por completo de la civilización y como únicos
vecinos, las especies cinegéticas que
por allí campan a sus anchas. Un refugio muy funcional con todo lo necesario
para desconectar por completo de la vida en la ciudad y olvidarte del mundo por
unos días.
Se iba acercando la hora de comer, y el olor a leña junto
con el humo que desprendían las
chimeneas de la casa de nuestros anfitriones parecían señales de humo que
nuestros estomago interpretaban a la perfección.
Una vez cargadas las pilas con nuestro paseo y satisfechos
varios de nuestros sentidos, era el momento de atender a otro de los que a los
Amigos del Santo Reino más nos gusta cuidar, y es el del “gusto”. Entrabamos a la casa y
nos encontrábamos con una cocina campera con todos los detalles que uno puede
llegar a imaginar, un horno de leña del que emanaba un olor que te hacía
imaginar lo que después el sabor se encargaría de confirmar.
Comenzamos con unas cervecitas acompañadas de unos
aperitivos donde pudimos degustar un aceite de oliva virgen extra de elaboración
propia de la localidad de La Carolina al que da nombre la Familia Pousibet.
Que verdad es eso que siempre se dice, que las cosas en el
fuego y a la brasa tiene un sabor especial, y así, a la brasa era como íbamos a
degustar los distintos platos que estaban por venir.
Haciendo honor al cerdo ibérico que el amigo Hipólito
consigue de una finca cercana, empezamos con unos platos de chorizo y morcilla,
acompañados estos de una tapa de tocino ibérico sobre una base de pan horneado
bañado en el aceite de la familia Pousibet, todo esto prescrito y controlado en
todo momento por el Dr. Pousibet que nos daba el beneplácito para disfrutar de
tal manjar con su aporte calórico correspondiente. ¡¡Un día es un día!!. El
sonido de las ascuas, una conversación en cada esquina, como testigo la naturaleza… servían como
antesala de lo que quedaba por llegar.
Casilda nos invitaba a pasar al salón y sentarnos en la mesa
preparada para la ocasión con gran gusto, como primer plato nuestros anfitriones optaron por una
sopa de cebolla acompañada de queso y pan tostado que actuaban como perfecta
pareja de baile, sopa que decidieron
regar con un Rioja reserva 2004, Solar de Samariego, cosecha calificada como Excelente por el
Consejo Regulador D.O.Cª Rioja. Siguiendo con el homenaje al cerdo ibérico
llegaba la hora del plato fuerte donde nuestros celebrantes optaron por rematar
la faena con unos costillares, tanto en su jugo como acompañados de miel de
eucalipto para los más golosos bañados en esta ocasión con un vino de autor
Doni D.O. Conca de Barberá (Cataluña, España).
Era la hora de ir concluyendo, llegaba el
momento de los postres, para la ocasión se optó por un postre sencillo a la vez
que sorprendente y exquisito, consistente en naranja cruda bañada en aceite de
oliva acompañada de cebolleta y un poquito de azúcar. Los Amigos del Santo
Reino quisimos llevar una parte de nuestro Jaén a tierras cordobesas y que mejor manera que con una tarta de
hojaldre y frutas de la archi conocida Casa de las Tartas, un placer para los
sentidos.
Como dice el amigo José María, del que uno nunca para de
aprender, lo importante no es el vino que se beba, si no con quién se beba ese
vino y en esta ocasión creo que es justo decir que fue una jornada inolvidable
con gente inolvidable. Un abrazo de un
Amigo de Santo Reino para unos grandes amigos. Darío Díaz Abellán (Presidente
A.G. Amigos del Santo Reino)
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