lunes, 15 de julio de 2013

CURRO DÍAZ Y LOS AMIGOS DEL SANTO REINO


A parte del aspecto puramente gastronómico con el que nace esta asociación, creemos a su vez importante centrar nuestros esfuerzos en realizar una  labor de ensalzamiento y reconocimiento de todas aquellas personas que siendo de Jaén representen al mismo por distintos motivos, ya sea, cultural, musical, deportivo, etc…, gentes que fruto de su actividad ponen cara a nuestro querido Jaén dentro y fuera de nuestras fronteras. Es por todo esto que decidimos centrarnos en el arte de la tauromaquia e invitar a nuestro primer acto de la asociación a una figura del toreo que convive con nosotros en la provincia de Jaén, y es el torero linarense “Curro Díaz”.
En primer lugar, agradecer públicamente la predisposición de Curro desde el primer momento que esta asociación se pone en contacto con él, y es que son esos pequeños detalles los que hacen grandes a las personas, y de verdad creo que es justo decir que este torero es “Muy grande”.
A continuación trataré de hacer un pequeño resumen de la gran jornada vivida, y que además de ser muy disfrutada por los miembros de esta asociación pudo ser disfrutada también por amigos y familiares de los socios de la misma.
El lugar escogido para la ocasión fue una de las fincas situadas en la población de Vilches “El AÑADIO”, cabe destacar que Jaén cuenta con un gran número de fincas ganaderas de toro bravo que hacen aún más grande a nuestro Santo Reino.
Salimos de Jaén a las 12:00, para aproximadamente una hora más tarde encontrarnos con un marco incomparable en mitad de la naturaleza y como testigo el rebosante pantano de La Fernandina. A la llegada a la finca, su personal nos esperaba con un aperitivo consistente que nos hacía coger fuerzas para una gran jornada.
El Maestro, puntual a su cita, compartía con nosotros este aperitivo saludando uno por uno a cada uno de los invitados, más de 30. Desafiando a las leyes de la naturaleza y con nuestro amigo Lorenzo arreando como el solo sabe hacerlo a mediados del mes de Junio a las dos de la tarde, Curro tuvo el gusto de enseñarnos lo que es capaz de hacer con los trastos de torear, acto que sirvió de deleite a aficionados y no tan aficionados. Hay que decir, que es muy grande lo que este torero es capaz de trasmitir haciendo lo que mejor sabe, todo acompañado de una fusión de elementos difíciles de borrar de la mente y es que, la tienta en el campo bravo donde se funden arte y naturaleza puedo garantizar que es algo que no deja indiferente a nadie.
Curro tentó  2 eralas de un encaste muy primitivo y nada fácil de lidiar como es Santa Coloma, y lo hizo con un gusto tremendo, dibujando formas con el animal como solo una figura de primer nivel sabe hacerlo. Una vez finalizada la tienta y habiendo saboreado lo que es el toreo, Los Amigos del Santo Reino quisieron hacer entrega de una placa de reconocimiento al torero linarense por su dedicación y entrega al mundo del toro haciendo de este algo importante para Jaén.
Llegaba la hora que más les gusta a los miembros de esta asociación, la hora de hacer honores a nuestros paladares. Pasábamos al salón campero del que dispone la finca, y es allí donde tuvo lugar la comida que pudimos compartir con el torero y su gente que desde aquí queremos mencionar y agradecer que nos acompañasen durante toda la jornada. En el aspecto gastronómico pudimos degustar varios platos propios para la ocasión: Salmorejo con jamón y huevo, gazpacho de almendras y piñones con pasas y manzana, además de ensalada de naranja y melva con nueces, todos estos como primeros platos para poder rematar con unos magníficos segundos: Arroz caldoso con pollo de corral, rabo de toro estofado al vino oloroso, andrajos de liebre y conejo de monte además de unas patatas a lo pobre con huevos fritos y embutidos.
Quedaba el colofón de la tarde, y vino precedido de otro maestro y amigo del escribiente que nos hizo disfrutar de otro arte como es el flamenco, la tarde iba de Curros, y en este caso sería Curro Pérez el que nos haría disfrutar cantando por derecho, adaptándose al momento y templando la voz con mucho gusto optando por canciones muy taurinas.
Naturaleza, flamenco, nuestros estómagos llenos…, ahora si era nuestro momento, sería alrededor de las 19:30 de la tarde cuando los más atrevidos tendrían la oportunidad de percibir lo que se siente poniéndose delante. De nuevo pasábamos a  la plaza de tientas. El Maestro se sentaba tranquilamente en la grada, se abría la puerta de chiqueros y allí estaba la becerra que nos haría disfrutar el resto de la tarde y que nos dejaría experimentar lo que se puede sentir cuando se está delante de este animal. Uno a uno, los más osados, y siempre bajo la supervisión y las indicaciones del maestro fuimos saltando al ruedo y desplegando lo que cada uno buenamente sabía o podía hacer siempre respetando al animal por encima de todo.
No quiero terminar esta crónica sin reiterar nuestro agradecimiento a todos los que hicieron posible esta gran jornada, al Maestro Curro Díaz y a su gente, a Curro Pérez y Chico por hacernos sentir el flamenco como lo hicieron y a todos nuestros amigos por acompañarnos.
Sin duda una tarde de PUERTA GRANDE.
Por Darío Díaz Abellán (Presidente A.G. Amigos del Santo Reino)


































lunes, 8 de julio de 2013

MANUEL HERRERO Y LOS AMIGOS DEL SANTO REINO



Jaén:
Fecha de visita: 24/05/2013
Lugar: Restaurante El Halago de Pilar
Dirección: Plaza de San Agustín (Frente a los Jardinillos)
Tipo de local: Restaurante
Precio medio: Alto
Calidad: Media
Tipo cocina: Tradicional.
Vinos: Modesta bodega. 
Instalaciones: Zona de barra y salón amplio, ambos ambientados con gran gusto.
Cuando la compañía supera a lo gastronómico
Resumen.
La reunión mensual de los Amigos del Santo Reino, nos llevó en esta ocasión al restaurante Halago de Pilar. Situado en la Plaza de San Agustín, en un entorno envidiable en el acceso al Jaén castizo, al ser paso casi obligado para llegar a la Fuente de los Caños, que une el barrio de San Juan con el barrio de los Jardinillos, nos recibía el pasado 24 de mayo en su máximo esplendor, como la mayoría de plazas de nuestro casco antiguo en primavera. Y nos recibió, además, con una gratísima sorpresa: apenas 48 horas antes de comenzar el momento crucial de la temporada, apenas dos días antes de comenzar a disputar la eliminatoria por el ascenso contra el Deportivo Alavés, el entrenador del Real Jaén, C.F., iliturgitano e hijo también de este Santo Reino de la Provincia de Jaén, Manuel Herrero Galaso tuvo a bien compartir mesa y mantel con nosotros.
Tras disfrutar de la recepción de la plaza y tomar el aperitivo en la misma (agradable al mediodía, imprescindible de noche, puesto que su enclave y su fuente, propician que la temperatura sea siempre agradable), accedimos al interior del Restaurante, cuyas paredes están decoradas con fotos de lugares típicos de Jaén, destacando la gran foto mural que preside el comedor de la pequeña fuente que discurre a los pies de la estatua de Andrés de Vandelvira a espaldas de nuestra Catedral.
Al llegar nos esperaban un plato de jamón y queso así como otro plato de paté de perdiz, acompañado como seña de identidad de la casa, de fruta diversa e incluso guindillas, provocando que cada tostadita de pan con paté fuera distinta a la anterior. Y, como no podía ser de otra manera, el tema principal de la comida, el fútbol. Manolo Herrero fue desgranándonos su trayectoria como futbolista: Real Jaén, Real Valladolid (en primera división), Córdoba, Málaga, Granada, Gimnastic de Tarragona y de nuevo Real Jaén. Especial empeño puso en destacar lo bien que estuvo en el lugar en el que más lejos ha estado nunca de su tierra, Tarragona, relatándonos cómo le sorprendió la llamada de tan lejanas tierras, la insistencia en que firmara por dos temporadas, su rechazo inicial a dicha propuesta ante el temor de no poder adaptarse bien, la gran primera impresión que le causó la capital de la provincia catalana y su renovación por el Gimnastic de Tarragona en el que finalmente estuvo jugando durante varias temporadas y al que no le importaría en absoluto volver como entrenador ya que, tanto él como sus hijos, guardan un especial cariño a aquella tierra.
Mientras por la mesa circulaban la ensaladilla rusa, alcachofas fritas con jamón, revuelto de espárragos trigueros (los productos de temporada de la huerta jiennense son una de las especialidades más destacadas del Restaurante Halago de Pilar), Manolo Herrero nos siguió dando muestras de su gran amor por nuestra tierra y en especial por el Real Jaén y de la ilusión que le haría poder ascender con el equipo de nuestra tierra a la Segunda división, logro que no pudo conseguir como jugador y que constituye, sin duda, una espinita que tiene clavada (quizás la única) de su etapa como jugador.
Y junto a productos de la huerta, productos del mar (gambas, almejas a la plancha o boquerones fritos) que sirvieron de escusa para dejar claro, por parte del míster iliturgitano, que por encima de todo es un profesional del fútbol y que, aún más que al Real Jaén, ama a su mujer y a sus hijos y que, lógicamente, no cierra ninguna puerta profesional, sobre todo si es para mejorar deportiva y económicamente.
Un entrecot de ternera dio paso a los postres (natillas y arroz con leche acompañados por higos reducidos en su propia azúcar, una delicia para los más golosos) y a anécdotas relacionadas con los (inoportunos la mayoría de las veces) comentarios que se escuchan desde la grada, que tanto molestan a los profesionales y que provocan que más de una vez haya tenido que morderse la lengua para no contestar.
Y a la conclusión, la entrega de recuerdos habitual de los Amigos del Santo Reino, tanto al restaurante anfitrión como a nuestro ilustre invitado y un brindis que conjuga un deseo y un aviso a navegantes: “…este año, subimos a segunda y pobre del que quiera robarnos la ilusión”.
En la primera oportunidad no ha podido ser, pero el logro de ser Campeones del Grupo IV de Segunda B, ha dado a Manolo Herrero y a sus jugadores, el derecho a jugar la repesca y a los aficionados nos obliga a tener confianza en ese grupo de estupendos profesionales.
Por concluir con el tema gastronómico y consensuado con los Amigos del Santo Reino  es justo decir que con nuestras anteriores visitas a los distintos locales de hostelería, el listón está muy alto, y que en esta ocasión primó más la compañía de Manolo Herrero a lo estrictamente gastronómico.
Asociación Gastronómica Amigos del Santo Reino.












miércoles, 3 de julio de 2013

TABERNA ZURITO Y LOS AMIGOS DEL SANTO REINO


















GUÍA GASTRONÓMICA DE JAÉN
A.G. AMIGOS DEL SANTO REINO       
Jaén:
Fecha de visita: 22/03/2013
Lugar: Taberna El Zurito
Dirección: Correa Weglison,6
Tipo de local: Bar/ Taberna
Precio medio: Entre 25 y 35€
Calidad: Media/Alta
Tipo cocina: Cocina clásica
Especialidades: Arroz con bogavante, carnes, especialmente buey.
Vinos: Modesta bodega, blancos y tintos con matices originales
Instalaciones: Zona de barra y pequeño salón para 10 comensales
Resumen: Los Amigos del Santo Reino y el Zurito
Esta vez, la Asociación Gastronómica Amigos del Santo Reino, hace parada en  la clásica y a la vez pintoresca Taberna jiennense ``El Zurito´´, que data de 1.914 y se ubica en pleno corazón de nuestra capital. Nos adentramos en la misma y, conforme vamos avanzando hacia la mesa dispuesta a la sazón, descubrimos que sus paredes, de las que cuelgan numerosas fotos de nuestra Jaén antigua, rezuman historia, a la vez que observamos un cierto toque taurino que se concreta en dedicatorias de famosos toreros y carteles de corridas de Toros. Con estos  3 ingredientes, taberna, gastronomía y tauromaquia , bien trenzados por Juan Ramón, gerente del lugar, la tarde pintaba bien y acabó mucho mejor. Me  van a permitir que, antes de escudriñar todo lo degustado, subraye un detalle de vital importancia  y que no por evidente, siempre resulta ser así en todos los lugares, la caña de cerveza bien ``tirada´´ y fría, cosa que en esta Taberna se cumple y se agradece. Sin más, iniciamos la faena,  6 platos, seis, bien lidiados por el maestro Juan Ramón, que nos deleita con un exquisito arroz con bogavante de primer plato en su correcto punto de cocción, pues la diferencia entre lo mediocre y lo exquisito radica en encontrarlo y en este caso, nuestro chef, lo bordó. Seguimos, sin prisa pero sin pausa, como mandan los cánones, con unas verduras a la plancha con jamón y huevos de segundo plano, que bien mezcladas y troceadas hicieron las delicias de los comensales, aderezando ambos platos con un soberbio vino de la Ribera del Duero llamado ``Venta Las Vacas´´ de  Bodegas Vizcarra , que supuso un descubrimiento para los asociados  por su imponente cuerpo en paladar. A continuación, se atreve el chef, con un pil-pil de bacalao de tercer plato, muy jugoso y que daba juego a los allí presentes a mojar la sopa boba en la salsa generada.
Nos hallábamos en el ecuador de la faena, cuando, acto seguido, se nos presenta el cuarto plato, atún a la plancha con reducción de modena, del cual señalaremos su frescura y su delicioso sabor, siendo potenciado todo ello por un  blanco rueda verdejo  denominado ``Martivilli´´, afrutado , alegre y refrescante muy celebrado por los huéspedes; más que recomendable este verdejo y muy bien ``traído´´ en el entorno en que nos encontrábamos. Con los estómagos ya cuasi llenos y, no por ello menos expectantes por saborear el quinto plato, aparecen detrás de un agradable olor, un  chuletón de buey trozeado al punto, de una autenticidad y calidad suprema, que cualquier paladar básico , como el nuestro ,sabría apreciar ,más aún si el maridaje es con un tinto clásico ``Pago de los Capellanes´´,  que muestra en nariz  su potencial de fruta y en boca persistente y lleno de matices , y  de cuya mano iremos directos  al sexto y último de la tarde, carrillada de buey con taquitos de patatas fritas, que arrancaron los mejores elogios de la tarde por parte de los comensales, pues su textura fina y suave  no dejaban indiferente a nadie. De postre, una original naranja caramelizada desgajada que mezclaba lo dulce con lo agrio, remataba así una fabulosa comida, cuyo mérito radica no solo en la calidad de la materia prima  empleada sino, mayormente ,en el chef  Juan Ramón, que con una pequeña cocina es capaz de bordar grandes platos, haciéndose honor al refrán que dice  que  ``cocinar es un arte, pero no todos los cocineros son artistas… ´´.
Por Juan Antonio Collado González, Secretario de la Asociación Gastronómica Amigos del Santo Reino.